Lun Sep 26, 2011 10:06 pm
Resumiendo, el cambio más llamativo que traerá UEFI será la nueva interfaz gráfica de usuario que será posible cargar desde antes que el PC arranque, lo que significa modificaciones al puente entre el hardware y el software que serán más fáciles, olvidándonos así de la pantalla azul con letras al estilo de los años ochenta que causaba temor a algunos usuarios.
Además, está la posibilidad de arrancar desde discos con capacidades de hasta 1 Tebibyte (TiB), un número exagerado que las unidades de almacenamiento ni siquera sueñan con alcanzar hoy en día, pues se trata de 2^40 bytes. También se promete una mejora en los tiempos de inicio, soporte para funciones de red (¿Internet antes de Windows?) e independencia de la arquitectura utilizada por el procesador central, lo que además resulta en autonomía a nivel de drivers para la CPU.
En el futuro, entonces, Microsoft pedirá que todas las computadoras que sean vendidas “diseñadas para Windows 8? vengan con UEFI y una certificación para “booteo seguro”, por lo que será necesaria una certificación confiable de un tercero para que algún sistema operativo “extraño” (¿aló, distros de Linux?) pueda instalarse, lo que podría resultar en que estas plataformas no puedan cargarse en máquinas con UEFI.
Eso sí, se cree que el “booteo seguro” podrá desactivarse desde la misma UEFI, permitiendo a distribuciones de Linux instalarse sin problemas, aunque ésta vendrá activada por defecto ya que Microsoft argumenta motivos de seguridad para hacerlo, apuntando a la creciente cantidad de malware que ataca esta capa del sistema.
Además, Windows 8 arrancará en plataformas que sigan utilizando BIOS y se dice que a los fabricantes ni siquiera se les obligará a certificar el “booteo seguro” si es que escogen implementar UEFI en sus productos, así que a no preocuparse, porque al final de la historia serán los fabricantes de placas madre quienes decidan cómo ponerle UEFI a lo que venden, si es que lo hacen.
Además, está la posibilidad de arrancar desde discos con capacidades de hasta 1 Tebibyte (TiB), un número exagerado que las unidades de almacenamiento ni siquera sueñan con alcanzar hoy en día, pues se trata de 2^40 bytes. También se promete una mejora en los tiempos de inicio, soporte para funciones de red (¿Internet antes de Windows?) e independencia de la arquitectura utilizada por el procesador central, lo que además resulta en autonomía a nivel de drivers para la CPU.
En el futuro, entonces, Microsoft pedirá que todas las computadoras que sean vendidas “diseñadas para Windows 8? vengan con UEFI y una certificación para “booteo seguro”, por lo que será necesaria una certificación confiable de un tercero para que algún sistema operativo “extraño” (¿aló, distros de Linux?) pueda instalarse, lo que podría resultar en que estas plataformas no puedan cargarse en máquinas con UEFI.
Eso sí, se cree que el “booteo seguro” podrá desactivarse desde la misma UEFI, permitiendo a distribuciones de Linux instalarse sin problemas, aunque ésta vendrá activada por defecto ya que Microsoft argumenta motivos de seguridad para hacerlo, apuntando a la creciente cantidad de malware que ataca esta capa del sistema.
Además, Windows 8 arrancará en plataformas que sigan utilizando BIOS y se dice que a los fabricantes ni siquiera se les obligará a certificar el “booteo seguro” si es que escogen implementar UEFI en sus productos, así que a no preocuparse, porque al final de la historia serán los fabricantes de placas madre quienes decidan cómo ponerle UEFI a lo que venden, si es que lo hacen.